
Pero, ¿qué tendrá que ver todo esto con el Club de las Nubes? En realidad, el nombre exacto de esta nueva agrupación es “Sociedad de Observación de las nubes”. Su creador, un inglés, Gavin Pretor-Pinney, la colgó a la red en el 2004 y ya cuenta con más de 11.000 “nubefanáticos”. Además, ya tiene escrito y publicado un manual instructivo para poder adiestrar esta capacidad en nosotros mismos.
¿De que se trata esto? En palabras del manifiesto de la Sociedad: “Creemos que las nubes reciben un trato injusto y que la vida sería infinitamente más pobre sin ellas.
[…] son la poesía de la naturaleza y el más igualitario de sus despliegues, ya que todo el mundo cuenta con una estupenda vista de ellas. Nos comprometemos a luchar contra la obsesión por los cielos azules […]. La vida sería muy aburrida si día tras día tuviésemos que alzar los ojos hacia una monotonía sin nubes”.
Mi reflexión a partir de este texto y de la invitación que nos hace hoy un grupo como la “Sociedad de Observación de las nubes”, es soñar, el saber ver de todo lo que nos rodea, el lado bueno. Es animarse a querer las nubes, la lluvia, el cielo oscuro. Es dejar de pretender ser felices sólo con una opción, el sol y un cielo azul vibrante.
Más allá de que estoy de acuerdo con que un cielo lleno de nubes puede llegar a ser una gran fuente de energía y creatividad, la idea de esta Sociedad no me cierra. Me parece excelente soñar y aspirar siempre a lo alto. Sin embargo, muchas veces, el tener siempre la cabeza allá arriba no nos permite bajar a la realidad y frente a la comodidad de soñar un día nos chocamos con la realidad y ahí surgen las frustraciones.
[…] son la poesía de la naturaleza y el más igualitario de sus despliegues, ya que todo el mundo cuenta con una estupenda vista de ellas. Nos comprometemos a luchar contra la obsesión por los cielos azules […]. La vida sería muy aburrida si día tras día tuviésemos que alzar los ojos hacia una monotonía sin nubes”.
Mi reflexión a partir de este texto y de la invitación que nos hace hoy un grupo como la “Sociedad de Observación de las nubes”, es soñar, el saber ver de todo lo que nos rodea, el lado bueno. Es animarse a querer las nubes, la lluvia, el cielo oscuro. Es dejar de pretender ser felices sólo con una opción, el sol y un cielo azul vibrante.
Más allá de que estoy de acuerdo con que un cielo lleno de nubes puede llegar a ser una gran fuente de energía y creatividad, la idea de esta Sociedad no me cierra. Me parece excelente soñar y aspirar siempre a lo alto. Sin embargo, muchas veces, el tener siempre la cabeza allá arriba no nos permite bajar a la realidad y frente a la comodidad de soñar un día nos chocamos con la realidad y ahí surgen las frustraciones.

Ambas dimensiones se deben intersectar para poder generar cambios y nuevas formas en esta vida que se vive con los pies en la tierra!!!
Miremos las nubes para que nos dejen a mirar con más alegría nuestro mundo.