28 mayo 2010

"Catarsis post-viaje"

(*)
Pasaron 5 meses desde el último posteo. Perdón! La vida entretenida me distrajo por un rato. Anduve como pueden ver en un lugar con montañas y mucha nieve. En Beaver Creek, Co., Estados Unidos. Mi segunda temporada de sky, no fui a esquiar, fui a trabajar en el Resort de la montaña. Con lo ahorrado conocí la Costa Este de México y Guatemala.
No voy a extenderme sobre eso en este post, pero prometo hacerlo a la brevedad porque fue increíble.

¿Qué pasa cuando uno vuelve a su realidad después de haber estado viviendo una vida que no le pertenece, que tiene vencimiento temporo-espacial? Es de eso de lo que necesito hablar.

Volver de un viaje, no es fácil. De un viaje como éste es casi imposible. Mucho más si de repente aterrizamos en una clase de la Universidad, con un programa curricular ya avanzado a casi la mitad de los contenidos. Ni les digo las veces que tuve que practicar la cara para decir “presente” después de dos meses que nombraran mi apellido y nadie contestara.

Es difícil volver al ritmo local. Pero lo que más me cuesta es lograr descubrir lo “extraordinario en lo ordinario”. Justamente eso de lo que habla mi blog. Justo eso de lo que trato de convencerme y convencer a todos. Estando allá, mi mamá me escribió más de un mail pero hay uno que recuerdo especialmente. Ella escribió:
“No te preocupes por hacer un viaje con aventura. La GRAN AVENTURA es la vida de todos los días, lo demás es sólo turismo”.

Realmente creo que fueron sabias palabras y que en mi caso dan en la tecla, por algo es mi madre, no? El tema está en el desafío que plantea tal afirmación. Vivimos todos los días, pero disfrutamos sólo algunos. Todos los días tenemos la posibilidad de conocer gente nueva, lugares distintos, y hasta incluso, mirar desde otra perspectiva lo que ya conocemos. Pero nos aburrimos, no le encontramos la vuelta. Muchas veces creemos que ya no hay alternativa y nos consolamos con: "es lo que hay".

Suele suceder que a esa actitud de asombro y novedad la tenemos sólo cuando hacemos turismo. En este momento estoy parada en la nada, girando mi cabeza de izquierda a derecha, sin saber a dónde ir. Soy conciente de mi falta de estímulo y motivación porque miro con añoro el tiempo pasado, aquellos meses de fantasía real. En este momento quiero tratar de superarlo descubrirendo cuál voy a querer que sea mi aventura de cada día. Pero una aventura que tendré que hacer cotidiana, para poder encontrarle el sentido y el color de cada cosa de nuestra vida cotidiana. Porque estoy segura que eso hace a nuestra verdadera felicidad.


Mañana tendré que volver a elegir vivir otra aventura. Pero acá, desde mi lugar, desde mi realidad. Que es lo más difícil, pero lo más satisfactorio.

Empieza el camino...
(*) Imágen de www.efectividad.net