10 febrero 2011

"La soberbia de las moscas"

Cuántas veces planeamos cómo ampliar nuestra casa o quizá hasta cómo hacer más pintoresco su frente. Retirando la basura, cortando el pasto, plantando alguna que otra flor. Incluso, con iluminación. ¿Y ese cuarto del fondo que serv

ía sólo de depósito? Cómo podemos transformarlo para darle más utilidad. Señor, si usted vive en El Tropezón no pierda el tiempo, no podrá hacer ninguna modificación porque hay una orden de no innovación impuesta por Vialidad Nacional.

Así es como en medio de las tierras del Barrio Tropezón, cientos de moscas sobrevuelan el área indecisas para ver sobre qué basura van a asentarse. Ellas parecen estar tranquilas ya que, de ahí, mientras la policía esté dando vueltas, nadie las va a sacar. La orden de no innovación incluye la prohibición de levantar la basura que decora el predio, entre otras. Qué suerte tienen estos insectos y esta suerte les permite burlarse de nosotros mientras que con muecas y manotazos tratamos de evitarlas. No las asustamos e irrespetuosamente siguen molestando mientras bajamos los paneles con los que nos disponemos a armar las viviendas que pendientes desde agosto de 2010.

De las seis familias comprometidas en aquella Construcción con Universitarios, sólo quedan tres. Eso nos genera una melancolía contradictoria. Por un lado, nos alegra no tener que ofrecerles nuestra sencilla vivienda de emergencia, mientras que por otro lado, sentimos una especie de culpa por no haber actuado a tiempo. Tiempo que se nos fue de las manos. Tiempo durante el cual esperamos ilusamente una respuesta de Vialidad Nacional, quien había dado su palabra de resolver esta situación irregular en el Barrio. Doblemente ilusos de pensar que para todos, la palabra sigue teniendo el valor y la fuerza que nosotros le confiamos.

En la mañana del viernes 4 de febrero llegamos temprano. Sin embargo, pensamos que nuestra tarea se iba a ver obstaculizada nuevamente. Pero esta vez llevamos seis meses asesorándonos con los mejores abogados y profesionales, teniendo la certeza que actuamos correctamente cumpliendo con la ley y, principalmente, con nuestra palabra.

Hoy, el trabajo está finalizado. Hablo del trabajo del armado de las viviendas de madera. Trabajo rápido y de urgencia. Somos conscientes que hay mucho más para hacer que unas simples casetas. Aquí le damos la bienvenida a usted, nuestro futuro cómplice. Para terminar con el dominio de las moscas y de su prepotencia a la hora de elegir un residuo donde instalarse, necesitamos que usted se anime y se interese por conocer las condiciones tan indignas en las que viven miles de familias en nuestro país. Condiciones tan indignas y vulnerables que se ven amenazadas por la soberbia de una mosca protegida por la policía.

La ironía es nuestro recurso frente a la indignación con la que hoy convivimos. Día a día buscamos involucrarnos de una forma ú otra para transformar nuestra sociedad. Hay cosas que nos molestan, que nos dan bronca y que nos afectan, principalmente porque nos animamos a mirar al costado para saber cómo está el del lado. Desde Un Techo para Mi País, los invitamos a enfrentar y superar esta indiferencia social, a encontrarnos y a construir, no viviendas de emergencia, sino una ciudadanía integradora.