23 septiembre 2009

La cabeza en las nubes

Leyendo la Revista del Diario La Nación, no pude con la intriga que me dio la referencia de una especie de “Club de las Nubes” en una nota sobre la felicidad. Donde se hace alusión a que la mejor manera de vivir es a partir de la simpleza, de soñar y de buscar el lado positivo a las cosas, de ver lo bueno de las nubes. Hoy hay lugar para todo!

Pero, ¿qué tendrá que ver todo esto con el Club de las Nubes? En realidad, el nombre exacto de esta nueva agrupación es “Sociedad de Observación de las nubes”. Su creador, un inglés, Gavin Pretor-Pinney, la colgó a la red en el 2004 y ya cuenta con más de 11.000 “nubefanáticos”. Además, ya tiene escrito y publicado un manual instructivo para poder adiestrar esta capacidad en nosotros mismos.

¿De que se trata esto? En palabras del manifiesto de la Sociedad: “Creemos que las nubes reciben un trato injusto y que la vida sería infinitamente más pobre sin ellas.
[…] son la poesía de la naturaleza y el más igualitario de sus despliegues, ya que todo el mundo cuenta con una estupenda vista de ellas. Nos comprometemos a luchar contra la obsesión por los cielos azules […]. La vida sería muy aburrida si día tras día tuviésemos que alzar los ojos hacia una monotonía sin nubes”.

Mi reflexión a partir de este texto y de la invitación que nos hace hoy un grupo como la “Sociedad de Observación de las nubes”, es soñar, el saber ver de todo lo que nos rodea, el lado bueno. Es animarse a querer las nubes, la lluvia, el cielo oscuro. Es dejar de pretender ser felices sólo con una opción, el sol y un cielo azul vibrante.

Más allá de que estoy de acuerdo con que un cielo lleno de nubes puede llegar a ser una gran fuente de
energía y creatividad, la idea de esta Sociedad no me cierra. Me parece excelente soñar y aspirar siempre a lo alto. Sin embargo, muchas veces, el tener siempre la cabeza allá arriba no nos permite bajar a la realidad y frente a la comodidad de soñar un día nos chocamos con la realidad y ahí surgen las frustraciones.
Como dicen también en su Manifiesto: “Alza la vista, maravíllate ante su efímera belleza y vive la vida con la cabeza en las nubes”. No alcanza sólo con la cabeza en las nubes si queremos poder vivir felices y maravillados en nuestra vida diaria. Hay que tener la cabeza en las nubes, pero los pies en la tierra. Porque de esa manera vamos a conectar los dos mundos. No vamos a ser felices al 100 x 100 sólo con la cabeza en la irrealidad y tampoco teniéndola sólo en la realidad.

Ambas dimensiones se deben intersectar para poder generar cambios y nuevas formas en esta vida que se vive con los pies en la tierra!!!

Miremos las nubes para que nos dejen a mirar con más alegría nuestro mundo.

1 comentario:

  1. Me encanta lo que esta gente propone.
    Me parece algo extremadamente simple y fácil para todos.
    Creo que podemos aprender de ellos a admirar la belleza de las cosas simples y cotidianas, y salirnos aunque sea por un rato de las tensiones y las estructuras de la vida "real".
    Es un momento de felicidad, y creo que, como reflexión de lo último que decís, si no somos 100x100 felices, es porque no queremos. Nos pasamos la vida hablando de la felicidad y pensando cómo podríamos algún día ser felices, se escriben infinidades de teorias acerca de la felicidad; y eso, creo yo, es el problema.
    No habría que pensar tanto. Quizás los "miranubes" aciertan en eso. No plantean la felicidad, pero saben que mirar las nubes les hace bien y los deja soñar. Excelente!.
    En cuanto a la realidad, creo que si todos tuviesemos una actitud "miranubes" en cada uno de nuestros proyectos, todos seíamos mas felices, y quizas el mundo sería distinto. Quizas el problema de la humanidad sea que actúa por inercia. Si pudiésemos ser auténtiocs y escucharnos a nosotros mismos, no necesitaríamos mirar al cielo; podriamos mirar la tierra y encontraríamos paz, como la que se encuentra en las nubes.

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